¿Qué es la microbiota intestinal?

Empecemos entendiendo que es una microbiota y un microbioma.

Una microbiota es el conjunto de microorganismos (todas las bacterias, arqueas, eucariotas y virus) que se localizan en distintos sitios de los cuerpos de los seres vivos pluricelulares, tales como el cuerpo humano.

Un microbioma sería el hábitat entero, incluídos los microorganismos, sus genes y las condiciones ambientales exteriores.

Como la microbiota varía según su entorno, a la microbiota situada en el tracto intestinal, por ejemplo se la denominará, microbiota intestinal.

Cada persona tiene una microbiota diferente en su composición microbiana y dado que estos microorganismos se adaptan al entorno en que viven y a los nutrientes de que disponen, dicha composición evoluciona a lo largo de la vida en función de la dieta de cada persona, de los fármacos que toma y de su estilo de vida.

Como norma general, cuanta más diversidad de especies tiene una persona en su microbiota, más saludable es.

Según Eric Martens, investigador de la facultad de medicina de la Universidad de Michigan, “de los principales grupos de nutrientes que consumimos, la fibra es el componente de nuestra dieta que alimenta directamente a nuestra microbiota intestinal”.

Así, cuanto más rica en fibra es la dieta de una persona, más diversidad de bacterias suele tener la microbiota.

Por el contrario, el exceso de alimentos ricos en azúcares y en grasas saturadas está asociado con una microbiota intestinal poco saludable.

Podemos obtener la fibra de varias fuentes: cereales, frutos secos, frutas y verduras. En función de cómo la cocinamos, la comemos, y la cantidad ingerida, afectará a nuestra microbiota intestinal de manera diferente.

Comer distintos tipos de fibras es mejor que comer uno sólo, no existen pruebas científicas que afirmen que sea más beneficioso un tipo de fibra sobre otras, la clave está en la diversidad.

Elegir entonces cereales integrales, frutas y verduras y alimentos fermentables, para cuidar tu microbiota intestinal.